Tras finalizar ambos partidos con empate a un gol, debió jugarse una prórroga de 30’ en Lasesarre que finalizó sin perforarse las redes. De esta manera, hubo de dirigirse hacia el punto de penalti para comenzar una serie de cinco penaltis por bando que resultó infructuosa para resolver la eliminatoria (2-2). Y de esta manera, decidieron no continuar, al parecer por falta de luz. – En el Benito Villamarín ocho porteros diferentes se enfrentaron al lanzamiento de penaltis y hubo 10 equipos distintos que tiraron penaltis en este estadio.
- Penalti es la adaptación gráfica del anglicismo penalty, ‘máxima sanción que se aplica a ciertas faltas del juego cometidas por un equipo dentro de su área’, de acuerdo con la definición del Diccionario de la lengua española.
- Con el duelo con color vallisoletano, el Caja Rural CPLV no se relajó y nada más comenzar la segunda parte puso más tierra de por medio mediante Dani Díez, en otro power play muy bien movido.
- – Rui Silva ha sido el portero que más penaltis ha parado, cuatro.
- En los dos últimos mundiales, de 52 se fallaron 28 (53,8 %).
El Córdoba CF y los árbitros: nueve penaltis en contra y el equipo más tarjeteado
Esta vez 105 han resultado fructíferos pues terminaron en goles, es decir, un 74,47% de eficacia, casi un 9% menos que el año anterior, parece que el silencio de los estadios afectó más a los lanzadores que a los porteros. Del total de penaltis 89 fueron a favor de los equipos juego de portero casino locales, lo que supone el 63%. Mientras que a los visitantes les pitaron a favor 52 penaltis frente a los 56 de la temporada anterior y los 55 de hace dos temporadas. La tanda de lanzamientos definitivos, tiene un formato claro. Cinco lanzamientos asegurados para cada equipo para desvelar el ganador entre aquél que más disparos sea capaz de llevar a la red rival. Sin embargo, cuando esos cinco lanzamientos no generan un equipo victorioso, solo se dilucidará un ganador cuando uno de los dos equipos falle su lanzamiento y el rival sí acierte.
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Comenzó a tirar el penalti así unos años antes del Euro’76, ¿verdad? Solía quedarme con el portero, Zdenek Hruska, después del entrenamiento. Nos apostábamos cosas en tandas de penaltis (cervezas, chocolate) y él era tan bueno que casi siempre me ganaba. Una vez por la noche pensé en ese tiro centrado y flojo, que sorprendería al portero casi tirado a un lado. El gran momento de la tanda de penaltis es cuando el lanzador se dirige hacia el punto de cal. El árbitro le da el balón, el jugador lo coloca, el portero hace tonterías para despistar, o no hace nada, que también despista.
En el minuto 106′, el portero del conjunto riojano, Álex Daza, cayó lesionado. Con todos los cambios hechos, el lateral Pol Arnau (hijo del mítico portero Francesc Arnau) le echó coraje y se enfundó los guantes para defender su portería, como hizo su padre tantas veces. El resultado se mantuvo y los penaltis dirimirían al vencedor. Penalti, ‘penaltito’, de Walter Samuel a Arley Betancourth.
Un estudio publicado en la revista Journal of Economic Psychology, analizó 286 tiros de penaltis para conocer las preferencias tanto de los lanzadores como de los porteros. Otras variables a las que se podría atribuir influencia no parecen tenerla en la práctica. Del mismo modo, Inglaterra perdió las tres primeras tandas de penaltis que jugó en las rondas finales de un Mundial (1990, 1998 y 2006), aunque se resarció para ganar a Colombia en octavos en 2018. Sea como sea, los penaltis introducen dosis extra de emoción al torneo, y, pese al sufrimiento que generan, tienen más aceptación que el gol de oro o el gol de plata, métodos del pasado que la FIFA desechó.
Todo se le puso de cara al conjunto isleño a los 10 minutos cuando, con 0-0, el árbitro señaló el máximo castigo para los locales. Sergio González, que figuraba el primero de la lista en el orden de lanzadores, aceptó cederle la responsabilidad a Ángel, que se sentía con confianza para marcar. Pero el arquero Carlos Marín despejó el balón y propició el despegue de su equipo hacia un contundente 3-0. La mala racha comenzó el 24 de octubre en el Tenerife-Málaga disputado en el Heliodoro. A los 20 minutos, los de Pepe Mel se encontraron con una situación de ventaja para desnivelar un 0-0 que se acabó instalando como resultado definitivo, una pena máxima que fue ejecutada por el especialista Enric Gallego.
